domingo, 4 de noviembre de 2012

El nuevo equipo de Monseñor Cerro




  
Por primera vez una mujer asume un puesto de responsabilidad dentro del organigrama diseñado por el obispo de Coria-Cáceres
 

UN año y tres meses después de convertirse en obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro Chaves presentó ayer en sociedad a su nuevo equipo. El organigrama de la Diócesis ha incorporado siete cargos de nueva creación. Por primera vez, una mujer está al frente de una delegación episcopal y dos seglares ocupan puestos de confianza en la cúpula del Obispado.

La religiosa Catalina López Sánchez ha sido designada delegada de Ecumenismo. Será la encargada de las relaciones de la Diócesis con otras confesiones religiosas. Esta misionera, natural de Ciudad Real, desempeña su labor en Casar de Cáceres. «Lleva realizando un buen trabajo desde hace tiempo. Ésta es sólo su presentación oficial», dijo de ella ayer el obispo de Coria-Cáceres.

El médico Antonio Floriano Corbacho y José Mirasierra, maestro jubilado, son los dos seglares designados por Francisco Cerro para hacerse cargo de dos áreas. En concreto, Antonio Floriano se ha convertido en el nuevo delegado de Pastoral de la Salud (esta delegación ya existía) y José Mirasierra ha asumido la delegación de Migraciones, de nueva creación.

La 'ejecutiva' diseñada por el prelado incluye, además, la creación de otras cinco áreas. Francisco Cerro ha puesto en marcha la vicaría de Pastoral Social. El sacerdote Jesús Moreno Ramos será el encargado de dotarla de contenido. Juan Rodríguez Martín y Gianni Vettori Salice han asumido la delegación de Pastoral Penitenciaria. Miguel Ángel González Sáiz se ha convertido en delegado de Pastoral Obrera. Ángel David Martín Rubio es el delegado de Fe y Cultura y, por último, Juan Gómez Solís se ha convertido en el responsable del área de Espiritualidad.

El obispo dio a conocer ayer otros tres nombres propios. Ceferino de las Heras Cambero, José Ignacio Urquijo e Isaac Macarro Flores. Ellos también se han incorporado al equipo de Francisco Cerro pero sus puestos ya existían. Ceferino de las Heras es el nuevo vicario de Asuntos Económicos, José Ignacio Urquijo es delegado de Educación y Enseñanza e Isaac Macarro es delegado de Pastoral vocacional.

 


Vicarías y delegaciones

Francisco Cerro presentó ayer a los medios de comunicación a las once personas que han pasado a formar parte de su equipo. Pero hay más. El organigrama de la Diócesis se articula en torno a cinco vicarías, de las que dependen, a su vez, una veintena de delegaciones. Los cinco vicarios del Obispado se reúnen de forma periódica con el obispo y el secretario de la Diócesis en el consejo episcopal, que es como el 'consejo de gobierno' de la iglesia.


Diario HOY

jueves, 15 de marzo de 2012

Caminos hacia Dios

José Antonio Pagola

Tú puedes encontrarte con Dios, sentirlo más cerca, vivirle de otra manera. Puedes ir pasando poco a poco de la indiferencia a la confianza, del recelo a la amistad, de la incredulidad a la fe. Te lo digo porqué tú puedes escuchar la invitación de Dios que está ya resonando en tu interior.
 Dios te puede parecer hoy un desconocido. No puedes entender que haya personas que vivan con alegría su fe. No te cabe en la cabeza que Dios pueda ser para alguien una fuente de alegría y de fuerza para vivir. Pero tu vida puede cambiar.
 Dietrich Bonhoeffer, un teólogo alemán ejecutado por los nazis, solía decir que hay personas que viven durante muchos años solo con la mitad de su corazón. También a ti te puede estar pasando algo de esto. No estás viviendo la vida desde lo más hondo de ti. Van pasando los años, pero hay algo que se te está escapando.        Tal vez me dirás que hace ya mucho tiempo que has dejado las prácticas religiosas. Vives alejado de la Iglesia, ¿dónde vas a encontrarte con Dios?, ¿qué caminos puedes seguir para buscarlo?, ¿qué novedad puede introducir Dios en tu vida tan alejada de cualquier experiencia religiosa?
Un primer camino que te puede acercar a Dios es la naturaleza. ¿Eres sensible al campo, el mar, los bosques o la montaña?, ¿sabes mirar al cielo, las nubes, las olas o las estrellas? Abre bien tus ojos y tus oídos para contemplar el universo que te rodea. Puede que no te diga nada, pero puede que un día se te presente como un escenario fantástico.
 ¿No ves cómo se refleja de mil formas la belleza, la fuerza y el misterio de la vida?
 Míralo todo desde lo hondo de tu ser. Tú mismo eres una parte minúscula de ese mundo. ¿No escucharás nunca una invitación callada a orientar tu corazón hacia
Aquel que es el origen de la vida y el fundamento de todo lo que es? ¿No percibirás jamás la presencia humilde del Misterio insondable que lo envuelve todo?
 Otro camino para elevar tu espíritu hacia Dios puede ser la experiencia estética. El disfrute de la belleza artística puede invitarte hacia la belleza misteriosa de Dios. Vivimos una vida tan agitada y dispersa que vamos perdiendo capacidad para gustar la poesía, la música o el arte. Los caminos pueden ser diversos.
Cuida tu sensibilidad. Conozco a personas en las que la experiencia de la música crea un espacio interior que les invita suavemente a una actitud más confiada y abierta al Misterio de Dios.
 Un camino excelente hacia Dios es, sin duda, el encuentro amoroso. ¿Quieres de verdad a alguien?, ¿te sientes querido?, ¿estás enamorado o enamorada? La amistad entrañable, el disfrute íntimo del amor, la confianza compartida, el perdón mutuo, la fiesta, el descanso divertido son experiencias que te pueden hacer saborear la vida de una manera más honda.
 Te liberan de la soledad y el aislamiento, te rescatan de tu inseguridad, iluminan la oscuridad que hay en ti, te infunden alegría, ponen color en tu vida. Son experiencias que te están invitando a vislumbrar la ternura amistosa de un Dios que es la fuente última de todo amor. ¿No sabrás presentir nunca en tus encuentros amorosos la plenitud insondable de quien es sólo Amor?
 Hay otro camino. Para mí, es el mejor para quienes os habéis alejado de la Iglesia y andáis buscando cómo creer en Dios de otra forma. Es Jesucristo. Estoy convencido de que conocer mejor a Jesús, leer sin prejuicios su evangelio, dejarse ganar por su espíritu y sintonizar con su estilo de vivir puede ser el camino más seguro para descubrir el verdadero rostro de Dios.
Jesús contó un día la parábola de un hijo que abandonó su casa, se alejó de su padre y se echó a perder. Son cosas que hacemos todos: nos olvidamos de Dios, nos alejamos de él y estropeamos nuestra vida de muchas maneras. Aquel hijo un día volvió. Jesús nos cuenta que el padre lo estaba esperando.
Cuando lo vio llegar hambriento y humillado, «se conmovió», perdió el control, echó a correr y lo besó efusivamente. Dios es así.
Un Padre que nos espera con los brazos abiertos. Puedes leer el relato de Jesús en el evangelio de Lucas 15, 11-32. Te hará bien

lunes, 12 de marzo de 2012

NO BASTA CON PASARLO BIEN


José Antonio Pagola


También a ti te puede pasar lo que a otros muchos. Cada vez te interesan menos las grandes cuestiones de la existencia. Pasas de lo «importante» de la vida. Tú te preocupas de tus asuntos de cada día. Basta. Es verdad que te informas de muchas cosas para saber lo que está pasando, pero no te ayuda mucho para conocerte mejor a ti mismo ni para orientar tu vida de manera más acertada.
Si te analizas un poco, tal vez te darás cuenta de que sólo te interesa de verdad vivir lo mejor posible. Aprovecharte, disfrutar de la vida, sacarle el mayor jugo posible. ¿No es eso lo importante? Cada vez te cuesta más interesarte por algo que no sea tu bienestar, tu dinero o el pasarlo bien.
Sin darte cuenta, eso te puede ir llevando a un estilo de vida bastante superficial. No tienes grandes objetivos en la vida. Tampoco ideales de ningún tipo. Lo importante para ti es ser práctico: buscar lo que a ti te va bien. Es bueno lo que te apetece y malo lo que te disgusta. Eso es todo. ¿Te atreverías a decir cuáles son los criterios que guían tu vida?
Seguir por ese camino es muy tentador, pero te puede hacer más daño de lo que piensas. Te puedes ir quedando sin metas ni puntos de referencia. Por fuera tu vida parece algo, pero ¿qué vives por dentro? Sin darte cuenta, al sexo le llamas amor, al placer felicidad, a la información de la tele cultura. Poco a poco puedes ir vaciando tu vida de contenido humano.
Pero tú, como todos, eres demasiado grande para contentarte con cualquier cosa. No es fácil vivir una vida que no apunta hacia ninguna meta. No basta tampoco con pasarlo bien. Necesitas algo más para sentirte bien. La vida se puede hacer insoportable cuando todo se reduce a fachada y superficialidad.
Un día te puedes sentir cansado o cansada de vivir una vida tan «rebajada». Tarde o temprano, se puede despertar dentro de ti la llamada a vivir algo diferente. Tú has nacido para vivir bien, pero no de cualquier manera. Estás hecho para cultivar tu espíritu y tu alegría interior.
Lo importante es que no te pases la vida engañándote a ti mismo. Mira bien lo que estás viviendo. Busca la verdad.
¿Es eso lo único que quieres vivir? No te empeñes en cerrar los ojos y tirar hacia delante. Puedes vivir mejor.
Si entras dentro de ti, es fácil que te des cuenta de que estás fallando en algo. Hay en tu vida actuaciones que te están haciendo daño. No es esto lo que hubieras querido. En el fondo, desearías vivir de otra manera.
No tienes que hundirte en el desaliento o el pesimismo. Verte a ti mismo con honestidad es saludable. Te dignifica. Te ayuda a reaccionar. No todo es malo dentro de ti ni mucho menos. Hay en ti una fuerza que te atrae y te empuja hacia el bien.  Hay algo  que te llama a vivir de una manera más digna, más generosa, más sincera, más solidaria. Seguro que te sentirías mejor.
Esto te exigirá introducir pequeños cambios en tu vida. No pienses en cosas grandes. No vas a cambiar de un día para otro. Ahora lo importante es que cambies tu forma de entender la vida. Que tomes una dirección más sana. Que empieces a vivir de una manera un poco más consciente y sincera. Que no te sigas engañando.
Yo no sé si crees en Dios con fuerza en lo íntimo de tu corazón o si tu fe se está apagando. No importa. Si quieres cambiar tu vida, confía en Dios. Sentirás dentro de ti una fuerza que ahora no puedes sospechar.


miércoles, 7 de marzo de 2012

LOS TRES ÁRBOLES

Había una vez tres árboles pequeños en una colina del bosque. Hablaban acerca de sus sueños y esperanzas para su futuro, y el primero dijo: Algún día seré un cofre de tesoros. Estaré lleno de oro, plata y piedras preciosas. Estaré decorado con labrados artísticos y tallados finos: todos verán y admirarán mi belleza".
El segundo árbol dijo: " Algún día seré una poderosa embarcación. Llevaré los más grandes reyes y reinas a través de los océanos, e iré a todos los rincones del mundo. Todos se sentirán seguros por mi fortaleza y mi poderoso casco."
Finalmente el tercer árbol dijo: " Yo quiero crecer para ser el más recto y grande de todos los árboles del bosque. La gente me verá en la cima de la colina, mirará mis poderosas ramas y pensarán en el Dios de los cielos y cuán cerca estoy de alcanzarlo. Seré el árbol más grande y la gente siempre me recordara".
Después de unos años de que los árboles oraban para que sus sueños se convirtieran en realidad, un grupo de leñadores vino donde estaban los árboles. Cuando uno vio al primer árbol dijo: "Este parece un árbol fuerte, creo que podría vender su madera a un carpintero",y comenzó a cortarlo. El árbol estaba muy feliz debido a que sabía que el carpintero podría convertirlo en un cofre para tesoros. El otro leñador dijo mientras observaba al segundo árbol: " Parece un árbol fuerte, creo que lo podré vender al carpintero del puerto". El segundo árbol se puso muy feliz porque sabía que estaba en camino de convertirse en una poderosa embarcación. El último leñador se acercó al tercer árbol; éste estaba muy asustado, pues sabía que si lo cortaban, su sueño nunca se convertiría en realidad. El leñador dijo entonces: "No necesito nada especial del árbol que corte, así que tomaré éste". Y cortó al tercer árbol.
Cuando el primer árbol llegó donde el carpintero, fue convertido en un cajón de comida para animales y fue puesto en un pesebre y llenado con paja. Se sintió muy mal pues eso no era por lo que tanto había orado.- El segundo árbol fue cortado y convertido en una pequeña balsa de pesca, ni siquiera lo suficientemente grande para navegar en el mar y fue puesto en un lago. Y vio como sus sueños de ser una gran embarcación cargando reyes habían llegado a su fin.- El tercer árbol fue cortado en largos y pesados tirantes y dejado en la oscuridad de una bodega.
Años más tarde, los árboles olvidaron sus sueños y esperanzas por las que tanto habían orado.
Entonces un día, un hombre y una mujer llegaron al pesebre. Ella dio a luz un niño y lo colocó en la paja que había dentro del cajón en que fue transformado el primer árbol. El hombre deseaba haber podido tener una cuna para su bebé, pero este pajar debería serlo. El árbol sintió la importancia de este acontecimiento y supo que había contenido el más grande tesoro de la historia.
Años más tarde, un grupo de hombres subieron a la balsa en la cual habían convertido al segundo árbol. Uno de ellos estaba cansado y se durmió en la barca. Mientras ellos estaban en el agua, una gran tormenta se desató y el árbol pensó que no sería lo suficientemente fuerte para salvar a los hombres. Los hombres despertaron al que dormía, éste se levantó y dijo "Calma, quédate quieto", y la tormenta y las olas se detuvieron. En ese momento, el segundo árbol se dio cuenta de que llevaba al Rey de Reyes y Señor de Señores.
Finalmente, un tiempo después, alguien vino y tomó al tercer árbol convertido en tablas. Fue cargado por las calles al mismo tiempo que la gente escupía, insultaba y golpeaba al Hombre que lo cargaba. Se detuvieron en una pequeña colina y el Hombre fue clavado al árbol y levantado para morir en la cima de la colina. Cuando llegó el domingo, el tercer árbol se dio cuenta que él fue lo suficientemente fuerte para permanecer erguido en la cima de la colina y estar tan cerca de Dios como nunca, porque Jesús había sido crucificado en él.

Moraleja:
Cuando parece que las cosas no van de acuerdo a tus planes, debes saber que siempre Dios tiene un plan para ti. Si pones tu confianza en El, te dará grandes regalos a su tiempo. Recuerda que cada árbol obtuvo lo que pidió, solo que no en la forma en que pensaban. No siempre sabemos lo que Dios planea para nosotros, solo sabemos que Sus caminos no son nuestros caminos, pero... Sus caminos siempre son los mejores.

lunes, 27 de febrero de 2012

OBSTÁCULOS


Voy andando por un sendero. 

Dejo que mis pies me lleven. 

Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae. 

Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos. 

Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.  
Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo. 
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando. 

Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto. 

Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso. 

Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.  
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.   

Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?   
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí? 

Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras...
Los obstáculos los trajiste tú.

Jorge Bucay

lunes, 23 de enero de 2012

TREBOL (tres Parroquias de Cáceres)


UNA DE VALORES QUE HUMANICEN


Cuando uno viene al mundo no trae consigo una libreta de instrucciones que le sirva de guía hasta el final de sus días. Pero, lo que sí que trae, es un deseo inmenso de ser feliz.

Los
primeros pasos nos los dan otros y éstos serán, según los entendidos, sobre los que iremos desarrollando nuestra vida. Y hay pasos que, de por sí, indican una buena dirección. Pero ¿ y el niño que en vez de ser querido, besado, acogido, protegido, ayudado… por su entorno familiar, ha sido maltratado, gritado, abandonado en sus lloros y que aún está por recibir el primer beso…?

Esto indica la suerte o mala suerte con la que tendremos que cargar durante toda nuestra existencia. Menos mal que la libertad, un ambiente po
sitivo y unas personas en un momento decisivo pueden cambiar lo que, de otro modo, sería un determinismo o un estar predestinado.

Y en esta llamada interior a ser felices vamos acogiendo lo que nos satisface y rechazando lo que nos causa dolor y vacío. Y en el medio de todo esto están lo que llamamos valores, motivaciones, principios… que nos ofrece el ambiente en el que vivimos, aunque cribados, y por tanto, aceptados o rechazados por la situación personal de cada uno.

Últimamente es raro el día que no escuchamos la palabra crisis; y, la mayoría de las veces, unida a la economía. Pero la crisis económica no nos ha llovido del cielo. Cada uno pensamos y vivimos de acuerdo con las circunstancias del momento que vivimos y desde la programación de la cultura de nuestra socied
ad en la que nos transmite unos valores. Y estos valores son el resultado del buscar juntos el bien común. Y cuando éste está ausente, debido al egoísmo e individualismo, la sociedad entra en crisis. Y entonces aparece un estado de violencia, de desorden social que conlleva la violación de los derechos esenciales de la persona, el desprecio de la vida en sus innumerables manifestaciones, como son el secuestro, los robos, los impuestos claramente injustos y otras anomalías que coartan la dignidad humana.

Y una de las manifestaciones de una sociedad en crisis es la búsqueda desenfrenada del tener, que somete a las personas a un consumismo de
lo superfluo, que en vez de satisfacernos, nos deja tan vacíos como estábamos. Es verdad que eso sólo nos sucede a los que hemos podido hacerlo, al menos hasta ahora, debido a que hemos podido aprovecharnos de tantos países pobres ante los que tenemos mucho cuidado para que no puedan acceder a nuestro nivel de vida. Y esta situación de crisis no somos pocos los que pensamos que nos puede ofrecer una oportunidad para recuperar nuestra esencia de humanidad; pues el tener las necesidades básicas cubiertas no nos ha podido dar una respuesta para saber qué o quién somos, sino que nos ha llevado a ser un mero instrumento de producción y de consumo.Además esta situación nos ha impedido saciar la necesidad que tenemos de “relacionarnos, de dialogar de construir caminos de encuentro, aprender a expresarnos en el arte, la música, la palabra, la pluma… Gozar de la naturaleza, estar con nuestra familia, nuestros hijos y amigos y vecinos, construir la justicia y el amor entre todos. Aprender a conocernos, a escucharnos, a entendernos, a respetarnos, a tolerarnos, a exigirnos ser humanos. Buscar respuestas a los grandes interrogantes de nuestra existencia. Bucear en la historia de la humanidad para comprender el dolor y la muerte: aprender cómo eran nuestros antepasados para empezar a descubrir cómo realmente somos; conocer sus creencias, sus religiones, su fe, sus fundamentos, las respuestas que dieron, su moral y su ética… Nos avergonzamos de la religión de nuestros padres y de sus humanismos… y nos hemos quedado sin fundamentos para la moral” (Alfonso Alcalde Maestre. El cuento del trabajo. Pág. 28-29)
Por eso esta situación de confusión nos hace caer en la cuenta de que
no necesitamos riqueza, sino humanidad, para recuperar con ella nuestra identidad y tarea en el mundo. Necesitamos encontrar nuestro sitio en la naturaleza y en todo lo que ésta alimenta y abandonar esa mentalidad de aprovecharnos de ella mientras pueda y como sea. Y el que venga atrás…
Y lo peor es que estamos aprendiendo muy poco de esta situación que nos obliga a renunciar a tantas cosas innecesarias que estábamos consumiendo hasta hace poco. Algunos de los que nos proporcionaban trabajo se han dado cuenta de que necesitan encontrar nuevos supermercados en otros pueblos para hacer lo mismo que han hecho con nosotros. Por eso, al cerrar las empresas en nuestras ciudades, las abren en otras naciones en las que los salarios son más bajos.
Y nosotros ¿qué podemos hacer? Ante todo no desanimarnos e intentar unirnos a los que se están encontrándose para conocerse y dialogar y abrir nuestra conciencia para darnos cuenta de que tenemos que cambiar de modelo de vida, de mentalidad ante un trabajo deshumanizador que nos quita la posibilidad de disfrutar de la vida, de nuestros hijos y amigos.
Y en este largo camino contamos con la mejor motivación y fuerza: la del amor, que nos ayudará a no conformarnos con lo que nos hace sentirnos seguros y protegidos ante los demás. Pues ¿quién no ha experimentado la felicidad cuando ha compartido lo que tenía con los demás o sentido un bienestar cuando alguien nos ha enriquecido con lo que nos ha ofrecido de una manera totalmente altruista y desinteresada?

Y termino con unas frases tomadas de el cuento del trabajo” que he citado. “Nuestros padres nos enseñaron que Dios es sorprendente. Llevaban siglos buscándolo en todas partes y no se dieron cuenta de que se había he
cho prójimo. Lo buscaban arriba y lo tenían al lado, en el otro, y lo mataron, lo crucificaron. Con el tiempo, se dieron cuenta de que el Crucificado les había mostrado su verdadera identidad humana, les había mostrado cómo eran ellos mismos y cómo podían ser felices viviendo en coherencia con su verdadera identidad. La manera de ser felices es haciéndose prójimo, formando la gran familia humana… Y este ha sido vuestro mayor atropello. Nos habéis apartado de nuestro fin, ser prójimos, para enfrentarnos unos a otros y así ganar dinero. Nos habéis deshumanizado y no os habéis dado cuenta de que no podéis deshumanizarnos sin deshumanizaros vosotros mismos. No se puede deshumanizar sin deshumanizarse… La riqueza no nos hace felices, ni a nosotros ni a vosotros: nos hace felices el amor, y la justicia es la expresión más sublime del amor. El amor será capaz de construir otro mundo, y esta vez será un mundo para todos. Vosotros podéis seguir con el cuento de la riqueza, pero no tardaréis en darnos la razón. Os esperamos, porque para este trabajo necesitamos todas las manos”

Rafa Pavoni.